viernes, agosto 25, 2006

Ay Dolores

Imagine usted la perplejidad de Quiroga al despertar con malestares estomacales. Imagine usted la perplejidad de alguien que nunca ha sentido tal cosa, y menos aún a esas horas de la mañana, ridículo. En un principio pensó que podría ser a causa de un pequeño rinoceronte creciendo dentro suyo. Pero pronto la idea fue descartada ya que los rinocerontes viven en el continente africano. Un rinoceronte pastando las plazas porteñas era una idea, por lo menos, descabellada.
Luego se le ocurrió que podrían haber sido los canapés de atún. Los canapés son unos pequeños alimentos secos y pastosos que se ingieren de pie en reuniones sociales de alta alcurnia, estos se cogen con los dedos y se mastican de a poco mientras se discute sobre política o mientras uno pantarruchéa sobre sus últimos éxitos laborales. Pero esta idea también fue arrojada al olvido secamente ya que Quiroga jamás había probado un canapé en su vida.
Mientras Quiroga se ponía de pie y descartaba sus piyamas con manos temblorosas, una tercera idea invadió su mente. ¿No podrían ser estos dolores frutos de su imaginación, como lo eran los mangos y los kiwis? Largo rato estuvo el mascullando esta última idea e incluso hasta después de haberse atado los cordones pero no consiguió refutarla. De todos modos decidió consultar un médico esa misma tarde, sin falta.
El Dr. Rodrigo, de apellido, supo casi de enseguida cual era el problema con Quiroga, era un caso que se estaba repitiendo seguido en gente de su generación. La generación del liquid paper. Dentro de su estomago, Quiroga estaba formando lo que los médicos están llamando; Un Sol, que es nada mas y nada menos que una pequeña bola de gases. El Dr. Rodrigo le recetó unas buenas flatulencias antes del desayuno y una buena dosis luego de pasear al perro. Eso iba a mantener las cosas bajo control. Quiroga le explicó que no tenía perro ya que vivía en un mono ambiente, pero el Doctor fue muy claro con esto, debía de cambiar al mono por un perro inmediatamente. Si es que quería sobrevivir claro.

martes, agosto 08, 2006