martes, octubre 25, 2005

Natasha ernesto y yo

ernesto ensayó una sonrisa, esta vez levemente torcida hacia la izquierda. ernesto se pasaba semanas enteras ensayando sonrisas por si algún día llegara la ocasión apropiada para usarlas. Natasha y yo mientras jugábamos a mirarnos a los ojos, el juego consistía en encontrar formas extrañas en las pupilas del otro y luego anotarlas en nuestro cuaderno de formas extrañas que encontramos en las pupilas del otro. Por el momento iba ganando yo con la silueta de un canguro en monopatín que sacaba la lengua.
Natasha tenía los ojos tan azules que daban ganas de zambullirse dentro de ellos. Una noche de verano, en la cual transpiraban hasta los mosquitos que nos rodeaban en busca de un trago de sangre fresca, no me aguante mas y mientras ernesto estaba distraído haciendo muecas enfrente del espejo la desperté a Natasha de un susto y después de dar una mortal en el aire me tiré de bomba en su ojo derecho para jamás volver.
Solo ahí es que me di cuenta que sus ojos no estaban hechos de mar sino de cielo. Dos eternidades y media pase volando sin rumbo. El vació azul de sus pupilas era infinito e interrumpido solo por la momentánea oscuridad de los parpadeos o las horas de sueño. Una vez pasó el canguro en monopatín, me escupió en la cara y se perdió en el firmamento. Maditos marsupiales maleducados se creen tan listos con sus transportes alternativos.
Finalmente un día Natasha quiso preparar una salsa portuguesa para acompañar los ravioles y mientras picaba la cebolla se largo a llorar. El cielo de su ojo se nubló y una tormenta me arrastró hacia afuera dentro de una lágrima espesa. Caí mojado pero aliviado sobre el piso de mármol de la cocina. Natasha me miró mientras secaba sus ojos y agregó un puñado más de ravioles en la cacerola. ernesto, habiendo escuchado el ruido, llegó corriendo y me dio una patada en las costillas para inmediatamente esbozar la sonrisa que tanto tiempo había practicado. Y que sonrisa demoníaca aquella.

Las originales y muy superiores aventuras de Natasha, ernesto y yo se encuentran aquí:
Sabe Exactamente Lo Que Hace

10 comentarios:

breton dijo...

perdoname mateo, caí en la tentación, juro que jamás vuelvo a hacer algo por el estilo...
malditos marsupiales maleducados

Mateo dijo...

La tentación es sabia. Que linda sorpresa. Gracias.

Anónimo dijo...

Si peggy y la negra se enteran de esta promiscuidad van a correr muchas lágrimas en monopatín.
Ellas jugaban al hockey en el mismo ojo.
Pero lo cierto es que salvo algunos toques de dulzura aquí y allá la imitación me resultó genial. Hubiera dicho que era un matute auténtico en un día que comiese alfajor rogel y jorgito.
Tiene hallazgos fascinantes. Y no hay mejor elogio que la imitación. Se nota que se leyó todos los capítulos, el breto.
congrats a ambos.

Papaf

Gugú dijo...

me encantó breton!

me requeteNcantó asi onda que tipo maaaaal vistes??

beso,
gu


pd: mat, seguís siendo mi escribidor favorit, no pierdas el sueño

breton dijo...

si me salio un tanto light, le falta ese cachetazo que te dan los textos de mateo. con slaves confirmamos lo que pensabamos, es re jodido escribir un natasha ernesto y vos.
saludos
gracias por comentar

Fernando Travaglini dijo...

TE RETO A DUELO: tenes que escribir una historia sobre un musico de los noventa muerto de sobredosis... sus ultimos dias.

Rain (Virginia M.T.) dijo...

Reliex.

Entre nos, es lo que en casa decimos mi niño yo para expulsar nuestra alegría cuando admiramos algo.

Soy curiosa, ¿es que vas a aceptar el duelo?

Gugú dijo...

gracias a Ud. por comentar, y qué cosas tan lindas dice!

josephine dijo...

cuando tenga un hijo le voy dar esto para leer.
(en realidad ya lo tengo, y le re gusta)

breton dijo...

gracias totales