martes, diciembre 27, 2005

Muerte Roja en San Francisco '68

Muerte Roja caminaba entre las carpas coloridas. El sol se mostraba majestuoso sin ninguna nube en el cielo. Serenamente se dirigía hacia el centro de la enorme masa de gente que se había congregado para este concierto gratuito. Un grupo de hippies radicales lo habían contratado para eliminar un espía del gobierno supuestamente del departamento anti-narcóticos. Le habían dicho que una vez que lo encontrara lo reconocería inmediatamente. Muerte Roja se abría paso entre la multitud. El aroma a sudor y hierbas dulces pululaba en el aire. Cabellos y flores por todos lados, mucha piel al sol y pies descalzos. Alguien habría dejado las jaulas abiertas pensó el. Una rubia semidesnuda se le acerco gritándole algo y examinándolo con mirada soñadora. “Hey man wanna trip on some acid?” le pregunto extendiendo la palma de su mano con un papelito violeta. Muerte Roja la miró dos veces, una vez a los ojos, otra vez a sus pechos desnudos, agarró el ácido, se lo llevo a la boca y siguió de largo. Debía encontrar al infiltrado. Buscaba a alguien que desentonara con el resto del ambiente, tendría que mantenerse alerta. De pronto la gente empezó a gritar eufórica agitando sus collares y pulseras. The Grateful Dead había subido al escenario. El show estaba por comenzar, Jerry Garcia con la barba casi hasta el ombligo dijo algo ininteligible al micrófono y el público volvió a rugir. ¿Pero donde diablos estaba su objetivo?
alan's psychedelic breakfast
Avanzaba escrutando las caras de los salvajes. A la vez todos parecían observarlo a el. Reían y le hacían muecas al verlo pasar, malditos monos. ¿Sabrían que estaba haciendo el aquí? Las caras se estiraban sus ojos como huevos de pascuas la piel elástica pelos como techos de paja que se movían con el viento. Los locos bailaban ¿se habría descuidado y dejado llevar a una especie de macumba siniestra? El ambiente se ponía tenso. Muerte Roja se movía ahora con la mano en la cintura donde llevaba su cuchilla afilada. Una música hipnótica llegaba desde el escenario una base constante una guitarra aguda por encima por abajo por los costados rajante afilada como su navaja. Los animales habían estado jugando con el sol ahora verde después violeta húmedo humo caliente. Un pelado con cara de martini y aceitunas se movía en dirección contraria hacia el. Lentamente como levantando las piernas enterradas en un pantano, Muerte roja sacó su cuchillo, una prolongación de su ser desde sus uñas desde sus huesos. El metal brillando le pedía le decía le gritaba married burried married burried. El pelado ahora a su lado su cuchillo embistiendo enterrándose en el vientre blanco el sol rojo el cielo rojo sus manos rojas el filo rojo muerte roja. Los salvajes rugiendo y saltando a su alrededor Muerte Roja brincando de una lado a otro moviéndose con la música y asaltando los cuerpos que van cayendo y apilándose. Un verdadero festival, la sangre corre se deja beber empapa se filtra por la piel oh the horror the horror. La música se detiene pero otra de mas allá lo abraza y acompaña, su navaja baila como nunca como siempre arremete como un tren this is the end. Se va haciendo lugar como un tractor en las amazonas. Muerte Roja se mueve entre las carpas rajando teñindo telas flores de tinto de sangre de vida de muerte y ya no queda nada más que campo y libertad y correr hacia el sol que ahora esta mas rojo que nunca llamándolo desde el horizonte my only friend, the end.
las verdaderas aventuras de Muerte Roja estan en : QueNosLLeveElInfierno

jueves, noviembre 10, 2005

Guiños Para Todos

9 de Noviembre de 1994, 3:00 PM

Plaza San Martín- Fernandito Travaglini apura su triciclo rojo y se lanza barranca abajo a toda velocidad. El viento lo golpea de frente, le entra por las mangas de la remera y lo infla de alegría. La adrenalina recorre su cuerpo, cierra los ojos y se imagina surcando los aires como un águila de alas negras. Tres horas mas tarde despierta en una cama del hospital Perez Campano con una pierna rota, el hombro derecho fisurado y una paleta menos. No puede esperar hasta hacerlo otra vez.

Café Campani, Av. Corrientes 1358- Maria Balompié levanta delicadamente su taza de capuccino con su pulgar y dedo índice y la lleva hasta sus labios. Aunque Maria está sentada en este café su mente está en otro lugar lejano y sus ojos lo demuestran. Recuerda una época en que fue moza y fue libre de verdad, recuerda tomar el ascensor a la mañana sin temor a que se caiga. Ahora siente un miedo arrasador cada vez que debe subir en uno. Lucha contra la idea de que todo tiempo pasado fue mejor y deja caer una lágrima sobre el mantel. ¿Que será del Capitán? Una voz la despierta del ensueño y la trae devuelta a su silla. -Señorita ¿se siente bien?- pregunta un hombrecito de sombrero gris. El sabe quien es ella pero ante la indiferencia que encuentra en su mirada mantiene el secreto y su orgullo. Maria se retira y jamás se vuelven a ver.

Haedo, Av. Guzman 134 Piso 4B- Mariano Moreno despertó hace una hora con una resaca insoportable. Vuelve del baño con un botiquín bajo el brazo y se tira en el sillón. El cuarto está casi a oscuras, una franjas de sol penetran por las rendijas de la persiana e invaden los muebles sucios con su silenciosa presencia.
Anoche lo habían echado de su banda, era un baterista fracasado, habían conseguido alguien mejor, lo sentían mucho, le dijeron. Después de que le dieran la noticia vació solitario una botella de gin barato tirado en la vereda del almacén. No recuerda como llegó a su casa.
Abrió el botiquín con una mano temblorosa, de adentro sacó un frasco y una jeringa cargada que apoyo a su lado. Suspiró con pesadez y tiró el bolsito al piso. Destapó el frasco con mayor facilidad de la que esperaba y sonrió ante la ironía, siempre había recurrido a ayuda ajena para abrir frascos. Miró a su alrededor en busca de un vaso de agua, una botella de whisky o cualquier cosa para tomar pero no encontró nada. Observó el frasco abierto y de un saque tragó cuantas pastillas pudo. Una cuantas. El resto las dejo a un lado y agarró la jeringa. Sin preparación alguna se clavó la aguja en la vena de su brazo izquierdo e inyectó el líquido en su cuerpo. Cerró los ojos y dejó caer la cabeza hacia atras sobre el respaldo del sofá. Sintió que se hundía y levitaba a la misma vez. Sintió que se encojía y que crecía hasta llenar la habitación entera. Se sintió querido, empapado en gritos y aplausos. Abrió los ojos y vió una mancha de humedad en el techo. Luego ya no sintío nada.

moraleja: If you're down on your luck and life ain't worth a dime, find a girl with far away eyes.

martes, octubre 25, 2005

Natasha ernesto y yo

ernesto ensayó una sonrisa, esta vez levemente torcida hacia la izquierda. ernesto se pasaba semanas enteras ensayando sonrisas por si algún día llegara la ocasión apropiada para usarlas. Natasha y yo mientras jugábamos a mirarnos a los ojos, el juego consistía en encontrar formas extrañas en las pupilas del otro y luego anotarlas en nuestro cuaderno de formas extrañas que encontramos en las pupilas del otro. Por el momento iba ganando yo con la silueta de un canguro en monopatín que sacaba la lengua.
Natasha tenía los ojos tan azules que daban ganas de zambullirse dentro de ellos. Una noche de verano, en la cual transpiraban hasta los mosquitos que nos rodeaban en busca de un trago de sangre fresca, no me aguante mas y mientras ernesto estaba distraído haciendo muecas enfrente del espejo la desperté a Natasha de un susto y después de dar una mortal en el aire me tiré de bomba en su ojo derecho para jamás volver.
Solo ahí es que me di cuenta que sus ojos no estaban hechos de mar sino de cielo. Dos eternidades y media pase volando sin rumbo. El vació azul de sus pupilas era infinito e interrumpido solo por la momentánea oscuridad de los parpadeos o las horas de sueño. Una vez pasó el canguro en monopatín, me escupió en la cara y se perdió en el firmamento. Maditos marsupiales maleducados se creen tan listos con sus transportes alternativos.
Finalmente un día Natasha quiso preparar una salsa portuguesa para acompañar los ravioles y mientras picaba la cebolla se largo a llorar. El cielo de su ojo se nubló y una tormenta me arrastró hacia afuera dentro de una lágrima espesa. Caí mojado pero aliviado sobre el piso de mármol de la cocina. Natasha me miró mientras secaba sus ojos y agregó un puñado más de ravioles en la cacerola. ernesto, habiendo escuchado el ruido, llegó corriendo y me dio una patada en las costillas para inmediatamente esbozar la sonrisa que tanto tiempo había practicado. Y que sonrisa demoníaca aquella.

Las originales y muy superiores aventuras de Natasha, ernesto y yo se encuentran aquí:
Sabe Exactamente Lo Que Hace

viernes, septiembre 30, 2005

El Hombre de Blanco

Otro maldito bloqueo mental. No se me ocurre nada. Últimamente estoy con la sensación de ser incapaz de crear. Empiezo a sentir que me asfixian las paredes. Mejor salgo a dar una vuelta, tomar algo de aire y despejarme un poco. Busco mis zapatos debajo de la cama, me siento en ella y me los pongo. Agarro mi cuaderno y lapicera, bajo las escaleras y salgo a la calle. Deben de ser eso de las dos de la tarde, todavía no almorcé pero ya estoy acostumbrado a pasar hambre. No es que no me alcance la plata sino que me olvido de comer o directamente me da fiaca. Es primavera, el sol ahora no solo sale sino que además se anima a calentar. Bajo una cuadra, doblo a la derecha en la esquina y camino dos más. La plaza de la catedral es un lugar agradable para sentarse y dejar pasar el tiempo, observar a la gente sumergida en sus cosas. Imaginar de donde vienen, a donde van, con quienes se van a encontrar y porque lo hacen. Un buen lugar para crear cuentos y personajes. Me dirijo al centro de la plaza buscando algún banco libre para sentarme y mientras tanto me agarra la impresión de que estoy actuando siempre sin pensar, casi como si otra mente decidiera sobre mis acciones, o talvez como si todo lo que hago ya lo hubiese hecho antes en un mundo paralelo corrido apenas hacia el futuro, todo parece premeditado, pero no por mi. Encuentro un banco a la sombra de un árbol marchito, decido olvidarme de todo y concentrarme en lo que veo. Una pareja sentada al sol sobre el pasto que parece recién cortado. Deben de tener alrededor de veinte años, el tiene el pelo corto y oscuro mientras que ella lo tiene claro y largo hasta la cintura, esta usando un vestido floreado y el no para de acariciarle el rostro. Me detengo en la muchacha, sus ojos azules, nariz levemente empinada, labios rojizos y esponjosos como las frambuesas. Me hace acordar a una amiga que tuve y perdí en los años setentas. A pocos metros de la pareja se encuentra un joven barbudo y pelilargo vendiendo artesanías, las tiene expuestas sobre un mantel negro en el suelo. No da la impresión de que le importase mucho si vende algo o no, de hecho creo que esta durmiendo una siesta. Un poco mas hacia atrás y otro poco a la izquierda hay un hombre vestido entero de blanco sentado en un banco. Me mira fijo y parece estar escribiendo en un cuaderno. Nos miramos a los ojos y seguimos anotando. Cualquiera que nos viera diría que alguno de los dos es un mimo. Pone cara de estar concentrado y no desvía su mirada de la mía ni siquiera para ver lo que escribe. Siento como si estuviese hurgando dentro de mi cabeza. La situación ya se puso bastante incomoda pero elijo quedarme y ver que sucede con este hombre extraño. Aunque en el fondo creo que si me quisiera ir no podría. Advierto un cambio en su actitud, me sonríe y asiente con la cabeza pero no se detiene. Yo en cambio si, asaltado por un miedo que paraliza dejo caer la lapicera. Y de repente sin ningún aviso previo de mis espaldas brotan enormes alas plumadas rajando y destrozando mi camisa en mil pedazos. Ahora en total estado de shock lo busco al hombre de blanco que me sonríe y escribe. Las alas comienzan a moverse pero yo no las controlo, yo ya no controlo nada, si es que realmente alguna vez lo hice. Empiezo a volar y voy tomando altura de a poco, con los ojos clavados en los suyos. Abajo van quedando los árboles, la plaza, las parejas, los artesanos y aquel hombre. Aquel hombre que ahora se ve tan chiquito que se confunde con el banco también blanco. Y la verdad que llega corriendo y me pega como una trompada en el estomago, aquel extraño hombrecito de blanco que ahora desaparece en la distancia es nada mas y nada menos que mi creador, pues que solo soy un personaje de ficción, de esos que se inspiran una tarde de primavera en la plaza de la catedral.

viernes, septiembre 09, 2005

Un Guitarrista Blanco Con Un Blues Muy Negro

I.
Jay Rawlins era un joven guitarrista blanco en la tierra de los grandes guitarristas negros. Estamos hablando de New Orleans, ahí donde baja el río Mississippi serpenteando al ritmo del blues y del jazz. Sus padres habían muerto en un trágico accidente en los pantanos donde fueron tragados vivos por los cocodrilos. Esto sucedió cuando tenia apenas seis años. Lo más increíble del asunto fue que lo adoptaron en la familia de esclavos negros que trabajaban en los campos de algodón de su vieja estancia, estancia que había pasado a ser propiedad del estado ya que el era el único familiar sobreviviente y no tenía edad suficiente para reclamar nada. Así que Jay pasó su infancia trabajando en sus campos de algodón y tocando la guitarra por las noches con el resto de los niños negros. Se dice que para tocar un buen blues uno debe realmente sentir esa tristeza en la sangre y... perdóname slaves pero este ya me aburrió.

II.
El polvo se acumula sobre los estantes cubiertos de libros y discos. En una mesita, un viejo tocadiscos. El cuarto se encuentra en semioscuridad iluminado solo por una antigua lámpara de piso que produce una leve luz anaranjada. En el medio, una cama, sobre ella una dama desnuda. Esta fumando, escupe humo como chimenea de fábrica. Por la ventana abierta asoma la noche. La brisa juega con las cortinas y sus sombras bailan contra la pared. La dama en estado de trance fuma y observa. De repente una ráfaga mas fuerte de lo común entra aullando por la ventana, las sombras enloquecen y el tocadiscos comienza a rodar. Aunque no tiene ningún disco puesto empieza a sonar un blues profundo y sensual. Las sombras se retuercen y danzan al compás. La mujer sigue como hipnotizada y respira cada vez mas hondo. El sonido de la guitarra slide se desliza de un lado a otro en la habitación y crea dibujos con el humo. La dama larga el cigarrillo y se pone a temblar suavemente mientras gime como una negra cantante de gospel. El blues llega a su etapa culmine y finaliza con un agudo solo de guitarra cargado de dolor. La mujer estalla en una mezcla de orgasmo y llanto desolado. Una sensación extremadamente agridulce. Así son los blues verdaderos. El tocadiscos se frena y la brisa desaparece. Ya es casi de día y el único sonido dentro de la habitación es el de ella que continua sollozando.

miércoles, agosto 24, 2005

Nooooooooooo

Eliminé mi blog por error y por completo... Ahora logré subir la mayoría de los viejos textos pero los comentarios de los lectores han sido perdidos para siempre. Les pido a mi amigos (que ya conocen mis cosas), o no, que comenten, por lo menos en el que mas les haya gustado.
adios

martes, agosto 23, 2005

il chincuechento

Un Fiat 500 blanco avanzaba esquivando autos. El autito estaba claramente en las últimas, lo único que parecía estar funcionando con regularidad era el acelerador. Adentro suyo viajaban tres hombres de negro. Vestían saco negro, pantalones negros, zapatos negros, corbata negra y camisa blanca. Mi amigo Mario y yo habíamos contratado al señor Lupo para que nos llevase a Pádova y nos introdujese dentro de un grupo que manejaba la lotería clandestina local. Verán, Mario y yo nos habíamos cansado de la vida estructurada que llevamos durante nuestra juventud y ahora buscábamos dinero rápido sin importar los medios ni consecuencias. Conocimos a Lupo a través de la novia prostituta de mi tío. Lupo era un pelado con cara de loco, no sabíamos mucho mas de el. Manejaba con decisión, mi amigo iba sentado en el asiento de acompañante y yo atrás. Estábamos ya saliendo de la ciudad cuando Lupo puso el guiño y empezó a girar a la izquierda pero Mario cogió el manubrio y de un volantazo enderezo el carro.
- Pádova queda del otro lado de la montaña- dijo tranquilamente.
Lupo asintió sin decir nada y comenzamos a subir. El autito se quejaba pero pronto llegamos a la cima. En los bordes de la ruta se podían ver algunos parches de nieve entre las rocas que se resistían en las alturas al calor del verano. Desde acá arriba podíamos ver el mar a nuestra derecha. El auto emprendió la bajada y en poco tiempo marchábamos otra vez por la ruta costera. Andábamos en silencio. Al rato Lupo dobló y nos adentramos en una playa. Bajó corriendo y se arrodilló en la arena. Mario y yo nos miramos perplejos y decidimos ir a ver que ocurría. Fui hasta su lado y me arrodillé junto a él, vi que rascaba la arena y juntaba piedritas en una mano. Lo hacía con extrema concentración. Cuando había juntado una mano completa me las pasó y dijo que las guardara. Un par de niños nos miraban y reían de nosotros. Volvimos al auto y regresamos a la ruta. Observe las piedritas en mi mano, me pareció que no tenían nada de especial y tuve que preguntar.
- ¿No te importaría decirme para que son la piedritas estas?-
Lupo volvió a asentir y respondió como si nada.
- Teníamos que despistar-
Mi amigo me miró preocupado y guardé las piedras en mi bolsillo. Seguimos andando. Estábamos pasando por una gasolinera cuando Lupo frenó, se bajó del auto y caminó decidido hacia un hombre de espaldas que hablaba en un teléfono público. Cuando estuvo a un par de metros se detuvo en sus pasos, dio la vuelta y volvió corriendo al auto. Nos pusimos en marcha y explicó.
- No era él-
- ¿No era quien?-
Pero Lupo no respondió y nosotros no indagamos, es mejor no hablar mucho con un hombre que actúa tan impulsivamente. Al rato pasábamos por una idéntica gasolinera y él volvió a actuar de la misma manera. Había otro hombre al teléfono. Lupo llegó a su lado, sacó un revolver y le disparó en la cabeza ante nuestra atónita mirada. Cuando volvía corriendo al auto dos hombres salieron de la cafetería y dispararon hacia nosotros, pero rápidamente escapamos sin que nos llegase una bala. Lupo reía a carcajadas y con increíble felicidad nos miro y dijo.
- Matamos a Gennaro Mancuso-
Casi me desmayo.
- ¡Gennaro Mancuso!- gritó Mario.
- Si, ¿no es grandioso? Ahora si que seremos gente importante-
Yo negaba con la cabeza, todavía no lo podía creer.
- No, esto no es grandioso, esto es terrible, esto nos dará un nombre... nosotros no queremos tener nombre... Gennaro Mancuso tenia un nombre maldita sea-
Los nombres son terribles insinuantes de drásticos finales pensaba yo mientras caían las primeras gotas de lluvia sobre el parabrisas.

El relato tenía mas sentido cuando lo soñé

miércoles, agosto 17, 2005

Influencia

X
La sombra del pistolero le pidió al sol un día de libertad para conocer el mundo antes de que llegase su anunciada e inminente muerte. El sol, que se sentía de buen humor comenzando el verano, aceptó. Y así ella partió a dar la vuelta a la tierra dejando al pistolero sin sombra de luna a luna.

Y
Sabía que no me podía distraer ni un solo segundo porque sería el fin de mi recuerdo sobre lo sucedido. Era una cuestión de vida o muerte. En ese instante sonó la campana de la catedral con un estruendo que hizo volar por los aires mi memoria como lo hicieron las palomas, dejando atrás solo su blanca mierda.

Z
El viento es constante, desde que llegué a este inhóspito lugar hace ya trescientos ochenta y tres dias, no ha cesado de soplar en ningún momento. Apenas arribé mis compañeros me decían que uno rápidamente se acostumbra pero a mi, personalmente, me sigue pareciendo insoportable. No tanto por su fuerza sino por su constancia. ¿No se cansa de soplar? ¿No se marea? ¿No se detiene siquiera cuando todos dormimos?
Hoy me fui hasta al lado del río. Me recosté sobre las rocas como una lagartija donde estaba resguardado del maldito viento. Mientras descansaba con los ojos cerrados escuchaba el ruido de las olas y me imaginaba que se estaban hablando entre ellas. Lo que no llegaba a imaginar era sobre que exactamente hablaban. Talvez eran extraños que se estaban conociendo, talvez discutían sobre los diseños que formaban las nubes en el cielo, o talvez hablaban sobre el viento, claro su opinión era un distinta a la mía, deben estarle agradecido por mantenerlas vivas. Así que me enojé y volví corriendo a la base.

domingo, agosto 07, 2005

El Increible Fracaso Del Torero Trompetista Y Como Zappa Me Enseñó A Poner Títulos Ridículos

Entramos al Red's Bar con actitud. Jimmy había ganado su pelea hoy por KO en el tercer round y me eligió a mi para que lo acompañase a festejar a un bar de jazz y bebop de esos que están tan a la moda. El ambiente era muy oscuro, la única luz parecía venir desde el escenario donde estaba tocando la banda de Charlie Barker. El humo danzaba por el aire y daba la impresión de neblina. La era dorada del tabaco. Las mesas se encontraban amontonadas contra el escenario o sobre las paredes, dejando un pequeño lugar en el medio para que las parejas bailaran, y eso estaban haciendo. Jimmy y yo nos fuimos a sentar en una de las mesitas que se había desocupado justo debajo del escenario. Jimmy era una persona muy agradable, hasta que bebía su tercera copa. La trompeta de Barker aullaba a pocos metros. Le pedimos dos vodkas al camarero. Los trajo casi enseguida meneando las caderas como una bailarina de cabaret. Desde ya, era muy afeminado. A Jimmy no le agradaba mucho pero si los tragos seguían llegando a esta velocidad no habría ningún problema. Charlie Barker era un trompetista de renombre pero esta noche no parecía estar haciendo de las suyas. De hecho apestaba. Jimmy estaba empezando a notarlo cada vez mas a medida que se bajaba los Vodka Doubles. De a poco comenzó a maldecir al pobre músico y yo hacía lo posible para tranquilizarlo. Llegaron y desaparecieron el quinto y cuarto vaso. Cuando lo volví a mirar a los ojos supe que no había vuelta atras. Le reconocí esa mirada, la mirada del toro que divisa la roja capa del torero, es solo cuestión de tiempo hasta que ocurra, pero la embestida, es inevitable.
Sus gritos se hacían cada vez mas fuertes y mas violentos. Charlie lo había notado e iniciaba a molestarse. Se lo veía con creciente incomodidad. Yo a esta altura me había puesto en lugar de espectador, expectante, sabiendo lo que estaría por suceder.
Y sucedió.
Jimmy se puso de pie y lanzando un vaso vacío sobre el escenario gritó "¡Si yo me metiese la maldita trompeta en el trasero y me largase un pedo sonaría mejor que tú! ¡Hijo de una gran puta!" El vaso se estrelló contra la cabeza del bajista dejándolo inmediatamente inconsciente sobre un charco de su propia sangre. Charlie largó su instrumento y tomando carrera saltó sobre Jimmy con una doble patada voladora en la cabeza. De veras que fue un golpe que hubiese matado a la mayoría de los mortales. Ambos cayeron al piso rompiendo la mesita y una silla. Jimmy perdió dos dientes. La gente se abrió y gritaba eufórica a favor de uno u otro de los bandos. Yo seguía sentado sobre mi silla que permanecía intacta de lado de la mesita destrozada. Barker se repuso primero y vino hacia mi, pero mi amigo lo sacudió de un golpe por detrás que lo hizo volar sobre otra mesa. Estaba fuera de combate. Ahora el baterista había bajado del escenario queriendo domar al toro. Avanzaba sobre Jimmy con un platillo en una mano y un palillo en la otra. Bastante ridículo. Yo me puse de pie tranquilamente, tome mi silla, la levanté sobre mi cabeza, di dos pasos en frente y se la partí en la espalda. Cayó vencido al suelo. Jimmy me sonrío una sangrienta y agujereada sonrisa y luego largó un alarido dirigido al pobre pianista que permanecía petrificado detrás de su instrumento. El toro saltó sobre el escenario a terminar su taréa mientras mis ojos se posaban sobre algo que me causaba bastante impresión. Mi vaso de vodka, intacto, sobre la mesita hecha trizas. Lo levanté y me lo bebí de un saque. Detrás mío escuchaba los golpes de Jimmy y los lamentos del pianista. Saqué de mi bolsillo dos cigarrillos, me los llevé a la boca y los encendí. Le dije a Jimmy que era mejor que nos retirásemos. Le di una larga pitada al mío, le pasé el suyo y nos pusimos a andar. El suelo ahora cubierto de pedazos de madera, vidrio, sangre, dientes y una derrotada banda de jazz. La gente nos aplaudía y el camarero lloraba desconsolado. Salimos del Red´s Bar con actitud.

martes, agosto 02, 2005

la mar astaba sarana

...dos hombres caminaron sobre la cubierta hasta la punta del barco. Se apoyaron con los codos sobre la baranda. En frente de ellos, detrás de ellos, todo alrededor, el mar antártico. Respiraban y echaban humo por la boca.
A: Todavía nos quedan unas quinientas millas hasta el puerto Rigby y de ahí cien mas para llegar al estrecho de Robert Nesta.
B: ¿Y las condiciones climáticas?
A: Se va a poner un poco mas movido el asunto, mucha niebla, viento, olas y del frío ni hablar.
B: ¿Y los icebergs?
A: Cada vez mas y de mayor tamaño.
B: Mierda, nos queda un camino largo y duro.
A: La vida es larga y dura.
Se quedaron en silencio. Solo se escuchaba al barco partiendo el mar por la mitad y el distante zumbido del motor.
B: Si la vida es larga y dura, la muerte será un agujero húmedo y acogedor.
A: ...
B: ...
A: Algo a lo cual aspirar.
B: Así me gusta creerlo.
Otro momento de silencio. Casi se los podía oír pensar.
A: Mirá el iceberg ese, tiene forma de conejo.
El señor B. achinó la mirada para inspeccionar el bloque de hielo.
B: Un conejo aplastado por un iceberg gigante.
A: ...
B: Son como soretes a la deriva. Enormes y congelados soretes a la deriva.
A: ...
B: Debe haber un gigante de hielo cagando por algún lado.
A: ...
B: Un día lo descubrirán.
El señor A. pegó la vuelta y se dirigió cubierta abajo. En el horizonte ya se podía divisar la oscura tormenta...

jueves, julio 28, 2005

soñador

Martín se estaba duchando mientras Maria daba vueltas por el baño gritándole desde el otro lado de la cortina. El vapor lo envolvía todo y se condensaba sobre el espejo, la ventana y hasta los azulejos verdes de las paredes. Ella estaba bastante alterada.
- ¡Siempre vas a ser el mismo inmaduro de mierda!
El escuchaba pero por el momento no atinaba a responder. Maria seguía.
-¡Hace dos meses que no podemos pagar el alquiler, apenas tenemos para comer y vos seguís insistiendo con tu bandita de fracasados! ¿¡Rocanrol!? ¿Porque no te buscas un laburo de verdad?
-Mirá nena, recién ahora estamos encontrando nuestro público, no es algo que se hace de la noche a la mañana. Además la semana que viene vamos a grabar un demo y ahí vas a ver que las cosas van a empezar a pintar mejor.
Ella se cansó de dar vueltas y se sentó sobre la tapa del water.
-Iluso- le dijo tomando aire.
-¿Porque siempre me tenés que tirar el ánimo a la mierda? ¿Además que esperabas, que me iba a hacer abogado como el pelotudo de tu hermano? No jodas vos sabías que nos esperaba cuando te viniste conmigo.
Maria se puso de pié para otro de sus arranques violentos.
-¡Andá a cagar forro! ¿No te das cuenta que sos solo un pobre soñador?
Martín se quedo callado un momento y luego replicó.
-Yo seré un soñador, pero vos sos nada mas que un sueño.

Se detuvo a prestar atención pero no escuchó respuesta alguna de parte de Maria. Lentamente corrió la cortina y espió hacia el otro lado. Nada mas que vapor, se había esfumado. Martín prendió un poco mas el agua caliente y se puso a cantar. Soñé...que soñaste conmigo...

viernes, julio 08, 2005

una vez en el caribe

La música caribeña flotaba en el aire y fluía por las callecitas empedradas. La luz de los faroles partía la noche cada diez o quince metros. El clima era tan húmedo que se podía besar. El olor a comida frita se escapaba por las ventanas de las casitas que daban a la calle, amontonadas una contra otra. Y ahí estaba yo, borrachísimo, tratando de encontrar el camino hacia el puerto. Avanzaba manteniéndome en pie con la ayuda de los faroles a los que me abrasaba violentamente, mientras el suelo bailaba un ritmo desconocido para mí. Me habían dicho que en el puerto de San Agustín se encontraba un hombre llamado Pepe Cuevas, que conocía La Verdad. Y yo me aferraba a esta idea como la posibilidad de darle un vuelco a mi vida, a mi muy deprimente vida (la cual dejamos para otro día). Bueno no me pregunten como pero finalmente llegué al puerto, o al menos eso parecía. Ahí estaba el bar de mala muerte que me habían indicado, “El Nicoya”. Adentro se estaba llevando a cabo una especie de fiesta apocalíptica, excepto en la barra del fondo, que es a donde fui a parar (sentar) junto a una muchacha que, en mi borrachera, parecía muy apetecible. Una vez instalado en la barra le pedí al cantinero dos cubas, uno para mi y otro para mi compañera. Ella sonrió agradecida y me preguntó.
-¿No eres de por aquí cierto?-
-No... en realidad vengo de mucho mas al sur.- Respondí como galán borracho.
- ¿Y pues a que vaina has venido entonces?-
- Esto te puede parecer raro, pero vengo en busca de La Verdad.-
De ahí nuestra conversación partió hacia otros temas y varios cubas más. La noche estaba llegando a su fin y yo, en un estado lamentable, seguía tomando. Me encontraba en el proceso de despedirme y explicarle a Josefina (se me había olvidado decirles su nombre) que ya era tarde y todavía me quedaban cosas por hacer, cuando se me arrimó al oído y suavemente susurró.
- La Verdad es Mentira.-
Sorprendido la mire a los ojos.
- ¿Pepe? -
- Pepa – me respondió sonriendo.
Me quede pensando unos segundos. >>La Verdad es Mentira...suena razonable<< Sacada esta conclusión hice fondo con mi trago le di un largo beso en la boca a Pepa y caí inconsciente al piso.

viernes, julio 01, 2005

Era Un Carlitos Socrático

El tren avanzaba lentamente entre los cultivos de remolacha. El sol apaciguaba finalizando la tarde y caía perezosamente sobre la inmensidad de los campos finamente segmentados por las vías del tren. Carlitos y Poroto se encontraban tumbados entre las cajas de un vagón abierto, esto es, sin techo ni paredes. Poroto había tomado mucho interés en Carlitos desde ayer a la tarde cuando se conocieron en la estación de Altamonte y, aunque no quería admitirlo, guardaba todas sus palabras en un cajón que tenia en el fondo del cerebro. Habían pasado un largo rato en silencio cuando Poroto termino de inspeccionarse el ombligo y pregunto:
- ¿Flaco... sos religioso, digo... crees en Dios?
- ¿En Dios? Mi dios es el sol, y el vino mi misa.
- ¡Jajaj! – Poroto se destornilló de risa. – ¡Me parece que mucho sol y mucho vino te hicieron mal a la capocha!
Carlitos no se inmutó y continuó con su discurso.
- El sol, Poroto, es luz, es calor, es energía, es vida... y es para mi, mi Dios.
Poroto mas serio ahora empezaba a absorber estas palabras.
- El sol no discrimina... brilla sobre todos los seres del planeta por igual. Esta ahí para los ricos y para los pobres, para los negros, los blancos y los azules, esta para los buenos, los hijodeputas, los infelices y para los vagabundos también- Dijo Carlitos esbozando una sonrisa.
- No pretende nada de nadie y a cambio nos da TODO. Por eso cuando desciende violeta sobre el horizonte le rindo tributo con un trago de tinto, y sigo tomando en su honor hasta que me olvido de todo y cuando despierte al otro día, ahí va estar, sentado sobre el firmamento, imperturbable.
Poroto se quedo un rato pensando y luego dijo:
- Casi me convencés borracho de mierda ¡jajaj! Decime esto entonces, cada galaxia tiene su propio sol, ¿Carlitos eso como me lo explicas?
- ¡Pero de que carajo me hablas, nunca saliste del país y me venís a hablar de galaxias! Mirá, hace esto, sacate la camisa como yo y dejá que el sol te de un abrazo, no creo que ningún otro dios te abrace así.
Poroto negaba con la cabeza pero se desabrochó la camisa.
- Haceme caso, ahora nos emborrachamos de sol y esta noche ¡ja! y esta noche nos emborrachamos de verdad y te cuento sobre la luna ¡la diosa! Pálida y hermosa. Pobre Poroto, le enseñaron todo al revés.

domingo, junio 26, 2005

Entrevista con Sofimey Relles

Entrevista con la fotógrafa mas importante de Oceanía, mi amiga autraliana Sofimey. Estamos esperando que inaugure su galería virtual muy pronto... y había que colgar su entrevista en la página principal porque sino se nos ponía celosa. juaj

Que esperas de la vida: (a la mierda) reirme, Que no sea ni muy corta ni muy larga, Descubrir grandes verdades q no le importen a nadie mas q a mi
Lugar del planeta que quieras conocer: mexico Capital federal Y todos los otros
Un deseo: mmmm… te digo uno de pestaña, no uno muy intimo:Sacar buenas fotos
Palabra preferida: pote
Palabra que odies: chichon, zobaco
Una buena puteada: conchuda,
Una mascota alternativa: alternativa quiere decir inusual? Un tobi…
Paul o John: john
Sal o azucar: azucar. mentira! A quien engaño! edulcorante
Culo o tetas: tetas, las miro c envidia o con lastima, segun
Mirta o susana: Susana, mirta es hdp, Susana es boluda nomas... aunq pensandolo bien... mrtha es la abuela de juanita... y yo siempre quise ser como ellaaaa jajaja
Mario o luigi: Mario, lleva la batuta, y se qda c la princesa en mi peli
Ping o pong: ping, es mas femenino
Should I stay o should I go: ehhhhhhhh
y para terminar
Que queres ser cuando seas grande: De esas viejas q viajan en colectivo y no te explicas como

viernes, junio 24, 2005

carlitos

Comenzaba el otoño del año 1937. Carlos Anchorena era el hijo único y malcriado (no estaba en su carácter pero sus padres le dedicaban toda su atención) de una familia aristócrata. Carlitos no tenía amigos, los otros niños le parecían estúpidos y aburridos, de hecho todo le parecía aburrido. El tedio lo invadía constantemente y lo introducía en un estado de sopor que todos le atribuían como un signo de pereza.
El y su madre salieron de la confitería, cada uno con un pastel entre las manos y se pusieron a cruzar la plaza tranquilamente cuando sucedio lo que para Carlitos fue una aparición. Un ser como el que nunca había visto se acerco hacia ellos y se interpuso en su camino. Era un hombre de cara amable y barbuda que para Carlitos emanaba vida a través de cada uno de sus poros. En su mirada encontró la sabiduría de un anciano centenario y la inocencia de un nene de cuna. Su ropa, vieja y roñosa le daba la apariencia de una mugrienta cama desecha que había tomado vida y se paseaba por las plazas porteñas. Luego la cama hablo:
- ¿Señora no puede ayudarme con algo para comer?
Su madre se puso incomoda pero súbitamente se transformo con un gesto maternal y la ofrenda del pastel hacia este maravilloso ser, que agradeció y se marchó con su larga cabellera al viento.
- Mamá, ¿quien era ese?
- Era un vagabundo.
- Mamá, yo también seré vagabundo.
- No digas tonterías niño, eso no es para los Anchorena.
Pero Carlitos nunca olvido aquel día, y cuando creció y después de que sus padres lo obligaran a cursar dos años en la facultad de derecho, se fugó y se hizo vagabundo. Recorrió todo el país y luego todo el continente sobre los trenes de carga. Se alimento con lo que le tiraba la vida, encontró mucha gente de su interés (con las que compartió breves pero inolvidables experiencias) y conoció esos lugares que se creé que existen solo mientras se los tiene ante los ojos. Esta es la historia del Flaco Carlitos, vagabundo por afición.

martes, junio 14, 2005

Entrevista a Slaves

Que esperas de la vida: (a la mierda): Eso mismo, MIERDA
Lugar del planeta que quieras conocer: El Ano De Ur
Un deseo: Deseo que las hadas no se conviertan en mariposas
Palabra preferida: Ultimamente MIERDA
Palabra que odies: MIERDA
Una buena puteada: MIERDA
Una mascota alternativa: Un Sorete con la forma de Perón
Paul o John: John
Sal o azucar: Si la sal no sala y el azucar no endulza me quedo con Pimienta
Culo o tetas: TETAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAASSSSSSSS
Mirta o susana: Como decirlo, Mirta es una vieja soberbia y Susana es una groncha de la vida por eso me quedo con Moria que es una groncha soberbia.
Mario o luigi: Luigi, siempre me gustaron los segundones
Ping o pong: Pong, suena mas macho que ping.
Should I stay o should I go: Should I stay, definitivamente, nada de huir al sur y dejarse la barba para tocar la guitarra como Kurt Cobain
y para terminar
Que queres ser cuando seas grande: Quiero volver a ser chico.

lunes, junio 13, 2005

Sol en las Venas

Anoche soñe que tenía sol en las venas. No es algo del todo explicable, los sueños no lo suelen ser. Estaba todo grisáceo menos yo que brillaba en la oscuridad. Todos me preguntaban que carajo me pasaba y yo les repondía:
- es que tengo sol en las venas.
- ah...bueno.
Como si eso explicase el fenómeno y lo rebajase a un asunto normal. Además de la luz también irradiaba calor. Aparentemente habia mucha gente con frio porque me rodeaban y estiraban sus brazos hacia mi para calentarse las manos. No recuerdo mucho mas que eso, creo que poco despues me desperté, o me nublé.

jueves, junio 09, 2005

pasado pesado pisado

Raúl bajo las escaleras de la estación Lavalle hacia la plataforma del subte. Hizo los cuarenta y seis escalones con una sonrisa en la cara. Le parecía que por primera vez en su vida era completamente feliz. Cuando llego al andén el subte ya estaba saliendo pero poco le importo. Miro a su alrededor y se dio cuenta que había quedado solo. Sintió como lo iba abrazando el calor proveniente de las profundidades.
Amaba y era amado. Pronto seria padre y a sus treinta y seis años le producía una inmensa alegría. El próximo tren aun no llegaba y comenzaba a aparecer cada vez mas gente. Conoció a su mujer, Clara, en un centro de rehabilitación para adictos a las drogas. Raúl había abusado de substancias alteradoras de la percepción durante años y aún sufría las secuelas de vez en cuando. Se escuchaba el subte acercándose a la estación. Pensó que de morir ahora moriría enteramente satisfecho. Mirando hacia atrás le pareció que solo se había sentido tan seguro una noche que soñó con su difunto padre, bajo el efecto de la mezcalina.
El subte se asomo por la entrada del túnel. Raúl se acerco al borde del andén y se paro sobre la franja amarilla. ¿De morir ahora podría inmortalizar su desbordante alegría? El subte estaba a pocos metros y avanzando velozmente.
Raúl cerró los ojos, respiro hondo y con la imagen de su padre en la cabeza, se dejo caer.

miércoles, junio 01, 2005

Igualdad De Letras

Aunque no lo crean existe una lucha de clases entre las letras, las mayúsculas son las letras con poder, van siempre primeras, ocupan mayor espacio y requieren mas tinta. Suelen encontrarse al principio de cualquier frase, párrafo, nombre, lugar, hasta tienen el tupé de encabezar la palabra Dios. Sin embargo todos sabemos que las letras minúsculas son mayoría y hacen todo el trabajo duro de completar la palabra y llenarla de significado, pero quien se lleva la gloria¿?
cansados de esta creciente desigualdad los incitamos, desde este medio de comunicación masiva, a la escritura comunista sin letras mayusculas, donde todas tienen la misma oportunidad e importancia. usted se pregunta porque no escribir con las letras todas mayúsculas, no seria eso comunismo también¿? claro como nos gustaría vivir en un mundo ideal donde todos pudiésemos derrochar tinta a gusto y escribir con letras gigantescas, pero mis queridos soñadores esto no es posible. así que con la ayuda de dios y fidél lucharemos por la igualdad de letras.
¡viva la revolución!