Un martes cualquiera vas a ver, hasta las nubes van a arder. Un día tu hermana se va a levantar a la hora de la gota rebalsada y el suelo va a temblar en anticipación. Se va a calzar sus botas de cuero de búfalo asado y va a bajar hasta la plaza principal caminado con el peso de una decisión fulminante, pisoteando el asfalto hueco que palpitará como un tambor de lo mas lúgubre. Pum, Pum, Pum. En la plaza se reunirán todas las hermanas revolucionarias, un martes cualquiera, y se hará la repartición de tareas. Armas en mano embestirán contra el gobierno y la iglesia católica y las centrales de televisión y los zoológicos y las escuelas privadas y los centros comerciales y la iglesia católica de nuevo, porque nunca se puede estar demasiado seguro. Un martes cualquiera todas las hermanas del mundo beberán una botella matutina de güisqui y con pezones punzantes saldrán a matar. La sangre va a correr una vez mas río abajo y los salmones la llevarán chorreando por sus escamas río arriba también. Nadie que no tenga que sobrevivir lo hará. El día de las hermanas. Un martes cualquiera. Vas a ver.
10 comentarios:
Hace rato que me preocupa Mariana, con su mirada de reojo....
estan muy buenos los cuentos Toby muy copado.....
El martes no puedo, tengo que hacer unos tramites. Podemos pasarlo para el Sabato?
cada día escribis MEJOR, CHABÒN. impresionado hasta el cartilago de mi rodilla izquierda.
Suerte que no tengo hermanas. Avisame el día de lo hermanos porque estoy en el horno
¿Y?
Sos genial, simplemente.
Hacía rato que no leía nada tan descarnadamente poético.
Me saco el sombrero
Adios
cada vez mejor eh tobias..
muy muy bueno.
Breton, y tienen unos rostros encendidos. Todas se ven como diosas. Qué digo, serían diosas...
excelente.
Estoy esperando el próximo. Nada de excusas de falta de tiempo...
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