miércoles, agosto 17, 2005

Influencia

X
La sombra del pistolero le pidió al sol un día de libertad para conocer el mundo antes de que llegase su anunciada e inminente muerte. El sol, que se sentía de buen humor comenzando el verano, aceptó. Y así ella partió a dar la vuelta a la tierra dejando al pistolero sin sombra de luna a luna.

Y
Sabía que no me podía distraer ni un solo segundo porque sería el fin de mi recuerdo sobre lo sucedido. Era una cuestión de vida o muerte. En ese instante sonó la campana de la catedral con un estruendo que hizo volar por los aires mi memoria como lo hicieron las palomas, dejando atrás solo su blanca mierda.

Z
El viento es constante, desde que llegué a este inhóspito lugar hace ya trescientos ochenta y tres dias, no ha cesado de soplar en ningún momento. Apenas arribé mis compañeros me decían que uno rápidamente se acostumbra pero a mi, personalmente, me sigue pareciendo insoportable. No tanto por su fuerza sino por su constancia. ¿No se cansa de soplar? ¿No se marea? ¿No se detiene siquiera cuando todos dormimos?
Hoy me fui hasta al lado del río. Me recosté sobre las rocas como una lagartija donde estaba resguardado del maldito viento. Mientras descansaba con los ojos cerrados escuchaba el ruido de las olas y me imaginaba que se estaban hablando entre ellas. Lo que no llegaba a imaginar era sobre que exactamente hablaban. Talvez eran extraños que se estaban conociendo, talvez discutían sobre los diseños que formaban las nubes en el cielo, o talvez hablaban sobre el viento, claro su opinión era un distinta a la mía, deben estarle agradecido por mantenerlas vivas. Así que me enojé y volví corriendo a la base.

3 comentarios:

Cross dijo...

Muy buenos los tres, pero el segundo me parece excepcional.No entiendo el título.
Un saludo.

breton dijo...

cross: gracias, el título seguramente lo entiendo solo yo, y encima no lo voy a explicar... lo siento
saludos

Cross dijo...

Esta bien que todo tenga su misterio.
Saludos.