martes, agosto 02, 2005

la mar astaba sarana

...dos hombres caminaron sobre la cubierta hasta la punta del barco. Se apoyaron con los codos sobre la baranda. En frente de ellos, detrás de ellos, todo alrededor, el mar antártico. Respiraban y echaban humo por la boca.
A: Todavía nos quedan unas quinientas millas hasta el puerto Rigby y de ahí cien mas para llegar al estrecho de Robert Nesta.
B: ¿Y las condiciones climáticas?
A: Se va a poner un poco mas movido el asunto, mucha niebla, viento, olas y del frío ni hablar.
B: ¿Y los icebergs?
A: Cada vez mas y de mayor tamaño.
B: Mierda, nos queda un camino largo y duro.
A: La vida es larga y dura.
Se quedaron en silencio. Solo se escuchaba al barco partiendo el mar por la mitad y el distante zumbido del motor.
B: Si la vida es larga y dura, la muerte será un agujero húmedo y acogedor.
A: ...
B: ...
A: Algo a lo cual aspirar.
B: Así me gusta creerlo.
Otro momento de silencio. Casi se los podía oír pensar.
A: Mirá el iceberg ese, tiene forma de conejo.
El señor B. achinó la mirada para inspeccionar el bloque de hielo.
B: Un conejo aplastado por un iceberg gigante.
A: ...
B: Son como soretes a la deriva. Enormes y congelados soretes a la deriva.
A: ...
B: Debe haber un gigante de hielo cagando por algún lado.
A: ...
B: Un día lo descubrirán.
El señor A. pegó la vuelta y se dirigió cubierta abajo. En el horizonte ya se podía divisar la oscura tormenta...

1 comentario:

Mateo dijo...

Chupame la vida.